Page 20 - XXIV Monografías en Esclerosis Múltiple
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 FUNDAMENTOS INMUNOLÓGICOS DEL TRATAMIENTO DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
microbianas y no microbianas que se conocen con el nombre de antígenos. Existen dos tipos de respuestas en función de sus protagonistas y del patógeno a eliminar, la inmu- nidad humoral y la inmunidad celular(1). En la inmunidad humoral los principales par- ticipantes son los anticuerpos y los linfocitos B, y constituyen el mecanismo de defensa frente a microorganismos extracelulares y toxinas. Por el contrario, la inmunidad celular se encarga de la eliminación de microorganismos intracelulares gracias a la participación de los linfocitos T.
Los linfocitos son capaces de reconocer diversos determinantes antigénicos, distin- guiéndolos específicamente y generando una respuesta contra ellos. Sus receptores de antígeno siguen una distribución clonal, es decir, existen muchos clones cuya especifi- cidad antigénica es diferente y todos los miembros del mismo clon presentan la misma especificidad. Esta gran variabilidad se consigue mediante procesos de recombinación de los genes responsables de su síntesis durante la maduración de los linfocitos.
Existen distintas subpoblaciones de linfocitos que se diferencian en la forma de reco- nocer el antígeno y en las funciones que desempeñan, así como en la presencia de cier- tas proteínas de membrana que usamos como marcadores fenotípicos (Tabla 7). Estos marcadores linfocíticos se designan con las siglas CD (cluster differentiation) y pueden ser reconocidos por anticuerpos que nos permitan identificar y separar las distintas subpo- blaciones e incluso ser diana de diversos fármacos.
  Tabla 7. Subpoblaciones de linfocitos
 Subpoblación
    Función
   Marcadores
  Linfocitos Tαβ
    T CD4+ cooperadores
 Inmunidad humoral (diferenciación linfocitos B) Inmunidad celular (activación macrófagos)
 CD45+ CD3+ CD4+ CD8–
 T CD8+ citotóxicos
  Destrucción células infectadas/tumorales
  CD45+ CD3+ CD4– CD8+
 T reguladores
   Supresión linfocitos T
  CD45+ CD3+ CD4+ CD25+
 Linfocitos Tγδ
 Citotóxicos
  CD3+ CD4+ o CD8+
 Linfocitos B
  Producción de anticuerpos
   CD45+ CD19+ CD20+
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Los linfocitos se originan a partir de un progenitor linfocítico común presente en la médula ósea y atraviesan unas fases posteriores de maduración complejas en los órganos lin- foides primarios (médula ósea o timo), para adquirir las características funcionales y feno- típicas de la célula madura(1). Estas células maduras se conocen con el nombre de linfocitos vírgenes porque no se han encontrado aún con el antígeno. Los linfocitos vírgenes realizan una recirculación linfocítica entre el torrente circulatorio y linfático, atravesando los tejidos linfoides periféricos para la búsqueda constante de cualquier antígeno (Figura 2). Cuando se encuentran con el antígeno para el que son específicos, se activan, proliferan (expansión clonal) y se diferencian a células efectoras y de memoria. Las células efectoras abandonan los ganglios linfáticos y migran a los tejidos periféricos para eliminar la infección y las célu- las de memoria pueden intervenir en respuestas posteriores rápidas e intensificadas.
  








































































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