Page 25 - XXIV Monografías en Esclerosis Múltiple
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BASES DE LA INMUNOLOGÍA
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3.1.4. Activación del linfocito B
La activación del linfocito B precisa del reconocimiento del antígeno en los tejidos lin- fáticos. Pueden reconocer el antígeno soluble que accede a través de la linfa o sangre, o reconocerlo sobre la superficie de células dendríticas que además son capaces de fijarlo intacto en su superficie. La activación de los linfocitos B específicos se inicia por la unión de un antígeno a IgD o IgM de membrana que produce el agrupamiento de receptores y la transmisión de señales de activación al interior celular. Además, se produce una in- ternalización del receptor unido al antígeno que, si es proteico, se procesa y presenta en membrana a los linfocitos T cooperadores (apartado 3.4.1.1).
La activación es potenciada por CR2 o CD21 (receptor de C3d), que actúan como correceptor de la célula B. En la Figura 4B se observan los principales cambios inducidos por la activación del BCR(12).
3.1.5. Hipermutación somática
La hipermutación somática o maduración de la afinidad es un proceso que tiene lugar después del encuentro con el antígeno para la generación de anticuerpos de alta afinidad. Consiste en la introducción de mutaciones aleatorias en los segmentos génicos reorde- nados previamente que se traducen en cambios sutiles en la estructura de las regiones variables. Como resultado, algunas de las nuevas Ig se fijarán al antígeno con mayor afinidad que la inicial(14).
3.1.6. Cambio de isotipo
Un linfocito B activado puede realizar un cambio de isotipo de IgM a otros isotipos que tengan mayor capacidad de eliminación del antígeno. Por ejemplo, una respuesta efectiva frente a virus y bacterias está dominada por IgG, mientras que una respuesta frente a hel- mintos requiere de la presencia de IgE. El cambio de isotipo implica cambios irreversibles en el ADN; en concreto, requiere modificaciones en las secuencias génicas codificantes de las regiones constantes de la cadena pesada pero no de las regiones variables, lo que conduce al cambio del isotipo pero no de la especificidad del anticuerpo(14).
3.2. LINFOCITOS T
Se encargan principalmente del reconocimiento antigénico de microorganismos intra- celulares y de la eliminación de las células infectadas. A diferencia de los linfocitos B, la mayoría reconocen solo antígenos peptídicos en su conformación lineal unidos a molé- culas del complejo principal de histocompatibilidad, también conocidas como antígenos leucocitarios humanos (HLA, human leukocyte antigen). Es decir, únicamente son capa- ces de reconocer antígenos presentados por otras células del sistema inmunitario(1).
Desde el punto de vista funcional, principalmente se distinguen 2 tipos: linfocitos T cooperadores CD4+ y linfocitos T citotóxicos (CTL, cytotoxic T cell).
3.2.1. Receptor del linfocito T
Sus receptores de antígeno o TCR (T cell receptor) son diferentes al BCR pero de estruc- tura similar. Se distinguen 2 tipos de TCR, el TCRαβ, presente en el 95% de los linfo- citos T, y el TCRγδ, presente en el 5% restante.
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